De nuevo traigo al blog un artículo que apareció en el fanzine, concretamente en el número 1, que salía en marzo del año 2000. En ese número la revista empezaba a tomar forma, con sus estrenos de cine y vídeo, noticias, fichas... Quería hablar de cine asiático, de artes marciales y de cualquier aspecto de la cultura oriental, por lo que en este número comenzamos a reseñar cómics, y el elegido fue uno norteamericano que adaptaba al mítico Rey Mono chino, La Fuerza del Dragón. Cuatro números estupendos y muy recomendables. Cuando los leí, hasta pensé que podría ser una buena película, e incluso serie, aprovechando esta moda actual. Pero como parece que nadie se acuerda de este cómic, vamos a ver lo que escribí en aquel año 2000, ya tan lejano. Recuerda que no cambio nada del texto, por lo que no tengas en cuenta posibles fallos.
Este cómic, aunque americano, respeta por completo la tradición mitológica del rey mono, y la mezcla con la alta tecnología del 2016. acción y artes marciales sin descanso.
Transcurre el año 2016. Estamos en San Francisco. Allí, unos actores de la Ópera China interpretan al Rey Mono. Unos ladrones conocidos por Fauces de Serpiente, con aspecto parecido al de los ninjas, irrumpen en el escenario. Pretende robar unos viejos manuscritos, los Hanlin, y con ellos y unas esculturas de terracota hacer que su líder, el Emperador Kuei, logre dominar unas energías que recorren la Tierra, las llamada Líneas del Dragón, y así dominar el mundo desde su Nueva China. Pero los Semidioses no se lo van a consentir, ya que despertarán al Rey Mono, Sun Wu`Kung, que duerme dentro del humano Li Chang, actor de la ópera. Este es el argumento del cómic "La fuerza del Dragón", publicado en Estados Unidos en 1993 y en España, en 1994. Los personajes y situaciones las crearon Ron Lim y Peter Quiñones, encargándose el primero además del dibujo, y el segundo del guión. El entintador fue James Sanders III y el colorista Tom Vincent. La serie limitada de cuatro números tuvo más éxito del esperado, ya que la leyenda del Rey Mono siempre ha atraído a mucha gente (sobre todo debido a la serie "Dragon Ball"), al igual que la alta tecnología, por lo que juntar estos dos factores hicieron que la serie triunfase. A pesar de esto, a estos cuatro números no le continuaron más, ni series limitadas ni serie regular.
LOS CREADORES
La idea surgió de Ron Lim, dibujante de series como Capitán América o Silver Surfer. Acostumbrado a dibujar guiones ajenos, decidió publicar unas historias junto a su amigo Peter Quiñones, que desarrolló las ideas y conceptos de Ron, quien ama la mitología oriental, sobre todo al Rey Mono. Ron empezó en Marvel Group., la empresa madre de "Spiderman", "El Capitán América" o "La Patrulla-X" a mediados de los ochenta, y poco a poco, aunque subvalorado, ha logrado hacerse un hueco en el panorama del cómic americano. La etapa del efectismo gráfico, con acumulación de músculos, viñetas desmesuradas y rostros retorcidos en muecas exageradas ha sido sucedida por la sabia distribución de los recursos dramáticos, con un estilo limpio, meditado, menos despilfarrador y más moderado, de lo cual agradecemos, sobre todo si hay artes marciales de por medio. Mejor un dibujante competente que no muestre las cosas sin esconderlas detrás de viñetas sobrecargadas de elementos.
EL REY MONO Y LAS LÍNEAS DEL DRAGÓN
El Rey Mono aparece en diversas mitologías, pero en este cómic se refiere al Rey Mono chino, el cual es conocido aquí, aunque mucha gente no lo ve, o no quiere verlo, como Son Goku, protagonista del boom "Dragon Ball". En dicha serie, el Rey es muy inocente, ya que se trata de un niño, pero en "La fuerza del Dragón" es cínico, amante de la diversión y temerario, aunque sabe que si tiene una misión, la realizará lo mejor que pueda. Su bastón largo tradicional continúa llevándolo, el cual se alarga o encoge a voluntad. El objetivo del malvado Emperador Kuei es el controlar las Líneas del Dragón, una energía que recorre el mundo como si la energía interna humana, o chi, fuese. Pero para ello debe utilizar a un antiguo guardián para derrotar al Rey Mono. Es el Espíritu Boxer, aludiendo a la Rebelión de los Bóxer, ocurrida en 1900, cuando los británicos estaban en China. Boxeadores chinos atacaron a los soldados ingleses, creyendo inmunes a sus balas. Peter Quiñones mezcla muy bien estos elementos, la mitología, el limpio y brillante futuro que muestra, y elementos históricos, para crear una gran historia, cerrada y excelentemente dibujada por su creador. Una pequeña joya que recomendamos desde aquí. Sólo faltaría que algún avispado productor quisiera hacer su versión en cine. ¿Quiénes serían sus protagonistas? Con esta incógnita termino esta sección. En el próximo número, más libros, cómics,...
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