Cuando hablamos de cine de acción,
los que hemos nacido en los setenta, ya fuese a principios, mediados o finales,
pensamos en los grandes clásicos ochenteros y noventeros, e incluso setenteros,
sobre todo en el terreno del cine marcial. Y si hablamos de los héroes de
acción, pensamos en Sylvester Stallone,
Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris, Bruce Willis, Jean Claude
Van Damme, Dolph Lundgren,
películas como Commando, MacQuade, Lobo Solitario, Rambo, Robocop, Contacto Sangriento,
La Jungla de Cristal, sin olvidar a Bruce Lee, y a muchos otros. Y de esto
precisamente trata el documental que traigo hoy, un documento que devuelve la
gloria a todos estos nombres y títulos, un recorrido maravilloso de dos horas y
veinte minutos por el nacimiento de estos action
heroes, su auge y decadencia, su evolución y su historia, con un toque
nostálgico repleto de entrevistas de expertos, actores, actrices, directores,
historias detrás de todos estos clásicos que se pudo ver en la pasada CutreCon de Madrid. La acción,
incluyendo las artes marciales, es la protagonista junto a la testosterona,
aunque tenemos sitio para actrices como Cynthia
Rothrock, uniendo la serie A de Hollywood con la serie B e incluso el cine
hongkonés.
A pesar de durar algo más de dos
horas, se pasa en un suspiro. Se basa en el canal de Youtube de Oliver Harper, llamado Oliver Harper’s Retrospectives and Reviews,
y nos ofrece una radiografía al cine de acción desde los ’70 hasta la
actualidad, un recorrido por el género con entrevistas a estrellas como Scott Adkins, Matthias Hues, Eric Roberts,
Philip Rhee, Michael Jai White, Cynthia
Rothrock, directores como Sam
Firstenberg, Paul Verhoeven, Shane Black, Steven E. de Souza y muchas más personalidades diversas como Bill
Duke, Boaz Davidson, Ronny Cox, Al Leong, Sheldon Lettich, Mario Kassar… Un
desfile de nombres de peso en la industria, que pasa por la Cannon, el
surgimiento de todo ese cine de la era Reagan, su nacimiento y evolución con la
aparición de nuevas estrellas que transformaron el género. A veces va algo
rápido, pasando por encima del cine de Hong Kong, nombrando a Bruce Lee (incluyendo a algunos de los
entrevistados dejar claro su enorme influencia), a Jackie Chan, John Woo, Tsui Hark… Pero claro, se centra en el
cine de acción de Hollywood, a pesar de la influencia del cine marcial
hongkonés. El auge e impacto que tuvo en la sociedad de los ochenta, pero sin
olvidar su decadencia final, y es que su título deja claro lo que vamos a ver,
los últimos héroes de acción, una doble intención con el título, entre ese
final de aquella época que llegó a los noventa, y sus relevos, prácticamente
inexistentes y sustituidos por efectos digitales y un concepto de héroe muy
diferente, sobre todo físicamente, con Sly y Arnie a la cabeza, o sus músculos.
Harper consiguió terminar este proyecto con campañas de crowfunding, lo que nos da una idea del enorme número de amantes de
esta añorada época. Hubiese estado bien que los pesos pesados, literalmente,
hubiesen aparecido, pero tenemos en parte al relevo del cine más musculoso y
marcial, pero de serie B, que rinden tributo a estos héroes. Además de las
entrevistas, nos muestran extractos de todos estos títulos legendarios, todo
hecho con amor, haciendo que tengas ganas de volver a verlas todas, aunque las
hayas visto miles de veces.
Pero todo este amor se vuelve
agridulce cuando van terminando los noventa, con un cambio en el concepto de la
acción, un paso atrás en el género que plantea el incierto futuro,
prescindiendo de enormes músculos, de auténticos expertos en artes marciales,
sin Van Damme, sin Seagal, sin Norris, Sly o Arnie. Ciertamente el tramo final
es algo triste, ya que en el nuevo siglo se ha despersonalizado el cine de
acción, con actores ajenos a la acción casi siempre que terminan involucrados
en este tipo de películas, algunos consolidándose como estrellas, pero no con
el mismo brillo de las dos últimas décadas del siglo XX. Un documental
esencial, que descubre algunas anécdotas de películas míticas de primera mano, dos
horas de nostalgia con un estupendo ritmo y que, al acabar, el cuerpo te pide
más. Una era dorada, con explosiones, ninjas y guerreros americanos, tiroteos,
puñetazos, junglas de cristal y armas letales, de terminators y rambos, de
lobos solitarios y desaparecidos en combate, mitad policías y mitad hombres, de
kumites y un sinfín de maravillosos recuerdos.
NOTA: 8’5
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