Muchas veces aprovecho este blog
para reivindicar películas de acción o marciales, y a pesar de que pueda
parecer ya una muletilla, no puedo evitar volver a hacerlo con Skin Trade (Tráfico Humano), co-producción
entre Tailandia y Estados Unidos (y Canadá), con una historia escrita entre el
2006 y 2007 por Dolph Lundgren, una
película que mejora con un segundo visionado tras estrenarse en el 2016
directamente en televisión en España. Lo que parece una sencilla serie B de
Lundgren, se convierte en una vuelta al cine ochentero y noventero, con el
toque del nuevo siglo, sumando estereotipos, pero con un reparto estupendo, y
noventa minutos de buen cine de acción balístico y marcial. Está claro que no
tuvo la repercusión que se esperaba, pero hay que tener en cuenta el momento de
su estreno y las carreras de sus protagonistas, e, insisto, tras volver a verla
(ya sabes que todas las películas que aparecen por aquí, las veo o vuelvo a ver
antes de ponerme a escribir) mejora mucho…
Lundgren pensaba dirigir esta
película, pero finalmente, tras reescribir el guion con John Hyams, nuestro querido Ivan Drago dejaba la silla de director
libre para dedicarse mejor a las labores de producción, y tras pensar en el
propio Hyams, Lundgren terminó cediendo el puesto al tailandés Ekachai Uekrongtham tras ver la
fabulosa Beautiful Boxer (2004)
Dolph gozaba del éxito de la trilogía Los
Mercenarios (2010, 2012 y 2014) o al menos de las dos primeras entregas,
por lo que este proyecto empezó a sumar nombres que aumentaban la calidad
habitual de sus actioners. Por un
lado tenemos a Tony Jaa, recién
salido de Thai Dragon 2 (2013), y de
las dos secuelas de Ong Bak, y con
una oferta sobre la mesa con Lundgren. Tony participaría en este film, y
Lundgren en A Man Will Rise (Ai Noom
Gangnam), una comedia de acción con toque de western que comenzó el rodaje, aparecieron fotos pero que
finalmente nunca se terminó. Pero a pesar de ello, y gracias a la salida de Jaa
de la todopoderosa Sahamongkol Films,
con la polémica durante el rodaje de las dos partes de Ong Bak, era una oportunidad de oro para el experto en Muay Thai de
dar el salto de forma internacional. Por otro lado, Michael Jai White continuaba con su carrera irregular, con muchos
títulos, pero lejos de aquel 2009 donde estrenó Black Dynamite o Promesa
Sangrienta, o, en los dos años siguientes, Mortal Kombat: Rebirth o Rompiendo
las reglas 2. Los tres conformaban el reparto principal, pero secundados
por Celina Jade, Peter Weller, Ron Perlman y Cary-Hiroyuki
Tagawa, éste último en un personaje secundario algo anecdótico pero que
suma así una famosa cara más. Celina interpreta a una chica que ha sufrido el
tráfico humano, ayudando al policía thai que interpreta Tony Jaa, para limpiar
extraoficialmente, este tráfico. Peter “Robocop” Weller es el jefe de policía,
todo un arquetipo, el típico jefe gritón de Lundgren, mientras que Ron
“Hellboy” Perlman es el villano, un mafioso ruso que, junto a sus hijos, dirige
su imperio criminal. La historia tiene a Lundgren como protagonista, un policía
cuya mujer e hija son asesinadas por la banda de Perlman, acusado además de
asesinar en Bangkok al compañero del policía que interpreta Jaa, y perseguido
por el agente especial Reed (Jai White) Como ves, la historia es la habitual,
con buenos, malos, acción y el toque de drama, motivo por el que se escogió a
Uekrongtham, para dar un toque de calidad y evitar ser simplemente una película
de acción. A pesar de esto, la parte dramática y de protesta por el tráfico
humano consigue dar una atmósfera algo oscura a la trama.
Pero sin duda, es la acción la
reina de la función, y más con el reparto. Dian
Hristov, con unas 100 películas a sus espaldas como especialista o
coordinador, es quien firma la acción y nos deja unas estupendas peleas y
tiroteos. Lundgren, por su edad, tamaño y peso, está algo lento, pero dentro de
lo habitual en su cine, lo cual no impide que tenga un duelo contra Jaa
espectacular, donde las técnicas de uno y otro encajan perfectamente. Lo mismo
podemos decir de Jaa y Jai White, con unas combinaciones que sólo quedan algo
empañadas por la dirección, con planos que no siempre son los mejores. Pero
como decía al principio, es una especie de resumen del cine de acción y marcial
ochentero y noventero, con toques de buddy
movie, los mencionados arquetipos habituales del cine policíaco y el estilo
de peleas, al margen del uso de Muay Thai por parte de Jaa. Todo esto, junto,
en una película con mucho ritmo, con sus giros de guion que se ven venir pero
que no impide que se disfrute enormemente. Como apunte final, decir que el
desenlace, a pesar de abrir camino hacia una secuela, no se planteó para eso,
aunque no me importaría volver a ver a Jaa y Jade unir fuerzas con Lundgren de
nuevo.
NOTA: 6’5
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