¡Ah, los ochenta! Cuántas
alegrías nos dieron a los amantes del cine marcial y de acción, y muchas veces
con esa productora llena de magia que era Cannon Films. Muchas se dice que
tiempos anteriores fueron mejores, y aunque habría que matizar, no cabe duda
que el cine moderno debería agradecer su existencia al que le precedió.
Películas como esta que traigo esta semana no sólo es un auténtico clásico de
la Cannon, es incluso una rara avis dentro
del panorama de la época, un tema que remarcaré un poco más abajo. Acción sin
tregua, Sam Firstemberg dirigiendo,
y con Michael Dudikoff y Steve James como protagonistas, además
de ser una especie de secuela de Invasión
USA de Chuck Norris. Para mucha gente es la mejor tanto de Dudikoff como de
la propia Cannon, y la verdad es que no ha envejecido nada. Con ciertos
elementos que recuerdan el subgénero de cacerías humanas, La Fuerza de la Venganza es una oda al cine de género de la época,
y nunca es mal momento para volver a verla.
Matt Hunter (Dudikoff) ayudará a
su amigo Larry Richards (James), político en Nueva Orleans, cuando un grupo de
fascistas y racistas llamados El Pentágono, decida acabar con él, terminando
por convertirse Hunter en la presa del grupo en una cacería humana por los
pantanos de Lousiana. Un clásico indiscutible de la Cannon, en el momento más álgido de la carrera de Dudikoff tras El Guerrero Americano (1985) que iba
ser la secuela, como he dicho al principio, de Invasión USA de Norris y con él mismo de nuevo encarnando a Matt
Hunter, pero decidió rodar El Templo del
Oro (1986), por lo que el guion se cambió para adaptarlo al nuevo valor de
la Cannon, por lo que, aunque sea el mismo personaje, no tiene nada que ver con
el clásico de Chuck. Y ya que la primera aventura del ninja Joe Armstrong tuvo
al gran Steve James como compañero, qué mejor que repetir con éste dúo dinámico,
de nuevo acompañados en la dirección por Sam
Firstenberg, una leyenda del cine de los ochenta e imprescindible para
entender tanto al cine de acción como el de ninjas de la época. Es curioso que
alguien como Dudikoff, sin prácticamente conocimientos marciales, se haya
convertido en todo un icono gracias a estos films. En este caso concreto de La Fuerza de la Venganza, se mantiene
el uso de las artes marciales para las secuencias de acción, aun siendo tan
importantes incluso a nivel estético, sólo Steve James tenía conocimientos. Pero
el resultado es magistral, todo un resumen del cine de acción de los ochenta,
con tiroteos, peleas, katanas, el protagonista tomándose la justicia por su
mano ante una amenaza familiar… Y crítica social. Recordemos que, en estos
años, en Estados Unidos gobernaba Ronald Reagan, y todo el cine de acción de
Stallone, Schwarzenegger o Norris, tenían ese tufillo fascista y patriótico
(por suerte nada extremo) pero en esta ocasión, los villanos son un grupo de
nazis, literalmente, convirtiéndose así en una reivindicación social, aunque
sean unas simples gotas. El guion, obra de James
Booth, que participa como actor interpretando al superior de Hunter (y cuya
carrera está ligada a la Cannon, ya que escribió los guiones de El Guerrero Americano 2 y 4, saliendo
como actor en ésta última, además de Ruega
con tu Muerte de Sho Kosugi donde igualmente participó como actor) une el
cine de acción con el de la cacería humana en dos partes bien diferenciadas. Comenzamos
con los ataques contra el personaje de Steve James, con él y Dudikoff, codo con
codo, pateando culos, para, con un giro dramático, pasar a la parte de la
cacería por los húmedos pantanos, con nuestro héroe intentando poner a salvo a
su hermana. La acción no para, estupendamente rodada, con un ritmo
impresionante y con todo tipo de acción, ya sean disparos o artes marciales.
Tenemos Kendo en una pequeña exhibición para presentar a los villanos (doblados
por dos auténticos expertos como Frederick Brown y David Lion), y muchos
movimientos de los que aprendió Dudikoff en su salto a la fama, dándole un
toque ninja a la mezcla.
Los villanos son muy de cómic,
con cada uno experto en un tipo de arma, usando un vestuario que remarca sus
personalidades y que irán, uno a uno, peleando contra el héroe en unas
secuencias brutales y por momentos sangrientas. El sello Cannon es palpable en
cada minuto, explotando la química entre Dudikoff y James y centrando toda la
película en el entretenimiento puro y duro, pero sin olvidar dar ciertos toques
dramáticos con la hermana de Hunter, que, como suele ocurrir, será secuestrada,
propiciando el tramo final donde veremos el enfrentamiento, cara a cara, entre
el héroe y los villanos. De esta forma, Hunter se tendrá que adaptar a los
distintos estilos de lucha y de armas que usan contra él, siendo una diferencia
respecto a la anterior encarnación del personaje. Mientras en Invasión USA, Norris es Dios, intocable
y expeditivo, Dudikoff recibe golpes y sufre, aunque sólo contra el círculo
interno de El Pentágono. Cuando el grupo radical usa matones, asistimos a una
extensión de El Guerrero Americano
en lo referente a las peleas, no desentonando estas escenas en cualquier
entrega de la saga ninja. Además, el propio Michael Dudikoff se encargó de
realizar la gran mayoría de sus escenas de riesgo.
Y para ir terminando, toca
resumir un poco lo dicho hasta ahora. La
Fuerza de la Venganza es una magnífica muestra del cine de acción
ochentero, un compendio de todas aquellas películas que triunfaban en los cines
y videoclubs, con explosiones, estupendos stunts,
disparos, artes marciales, armas de cualquier tipo, tíos duros y villanos
diabólicos y odiosos. Toda una oda al entretenimiento que para mucha gente es
la mejor película de Dudikoff e incluso de la Cannon. Una maravilla que no me
canso de ver.
NOTA: 8
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