CRÍTICA - IP MAN KUNG FU MASTER (2020)

La Ipmanploitation hace tiempo que se sumó a las explotaciones de otros héroes populares como Wong Fei Hung,  Huo Yuan Jia o Fong Sai Yuk, y llevamos ya unos años encontrándonos con películas protagonizadas por el maestro de Wing Chun, tanto en cine como en televisión o en plataformas de streaming chino. En cada una de ellas vemos una faceta real del personaje con historias que distan mucho de la realidad, entretenimientos variados que a veces giran incluso en torno a Bruce Lee, alumno suyo en los años jóvenes del Pequeño Dragón. Y de todo lo que hemos podido ver, esta película que traigo hoy al blog es sin duda un compendio de todas esas versiones diferentes, o matices determinados, de la figura de Ip Man, o Yip Man. Hemos tenido al Ip Man de Donnie Yen, al de Wong Kar Wai, versiones jóvenes con Dennis To o maduras con Anthony Wong, y muchas más que no han tenido la misma distribución o al menos eco por parte del aficionado. En Ip Man Kung Fu Master tenemos la reunión de todos los Ip Man para ofrecer una película sumamente entretenida, con su mayor virtud en las coreografías de lucha, pero sin ofrecer nada nuevo e incluso mezclar churras con merinas…

Dennis To repite como el Sifu, y aquí le tenemos como policía en Foshan, hecho cierto en la biografía de Ip Man, pero dejado algo de lado. Claro está que termina siendo anecdótico, ya que la película es una amalgama de tópicos vistos en otras películas, unido todo con pinzas pero que consigue mantenerse a flote sin problemas. Investigaciones policiales se mezclan con enfrentamientos contra bandas con hachas, japoneses malvados y un Ip Man enmascarado como si fuese el Chen Zhen de Donnie Yen, y momentos del maestro con sombrero como si fuese The Grandmaster, lluvia incluida. Todo está hilado bastante bien, ya que sabemos que, a estas alturas, estamos ante una película que sólo pretende entretener y rentabilizar la franquicia de Ip Man. Por ello va uniendo secuencias con cierto carácter recordatorio de los highlights de dicha franquicia, para deleite de los amantes de las buenas coreografías, obra de Sun Fei. Una buena muestra de diferentes escuelas de Wing Chun además de otros estilos, con el Karate japonés como eterno rival y el esperado duelo en un torneo, como mandan los cánones cuando se habla de auténticos y reales maestros de Kung Fu. A To le he visto algo bajo de forma, pero no le impide ejecutar las coreografías de forma más que correcta, e incluso le sienta bien el look de la película de Wong Kar Wai. La propia dirección de Li Liming, quien repetiría después con el mismo personaje en Ip Man: Crisis Time (2020), nos ofrece un estilo dependiendo del Ip Man que veamos. Es decir, cuando está con el sombrero, tenemos planos trabajados, más artísticos, usando los colores y las luces, pero cuando lleva el vestuario de la versión de Donnie Yen, o la máscara, tenemos unos planos más espectaculares y un montaje acorde al ritmo de la pelea. El tema de la máscara es curioso, ya que lo han portado otros héroes como Huo Yuan Jia o Chen Zhen, su alumno, y empieza a convertirse en una pauta cuando se habla de auténticos héroes del Kung Fu. Es como si tuviese unas pretensiones mayores que otras muestras de la explotación del maestro de Kung Fu, compactando así las versiones y dándole un aire visual algo alejado del mero entretenimiento. Pero está claro que al final copia lo visto en las mencionadas producciones anteriores, pero lo hace bien, sin dejarnos un momento de descanso. No puedo dejar de mencionar la aparición de Michael Wong, personaje clave para las tramas del film y que aparece fumando en pipa y con sombrero, en plan estelar.


Y el ritmo es precisamente muy destacable. Las peleas se van sucediendo, entrelanzando las subtramas para terminar encauzándose en un solo objetivo, ofrecer buen Kung Fu, momentos espectaculares y una historia con reminiscencias históricas y sus consabidas dosis de drama humano y social, todo muy arquetípico, claro está, pero de nuevo la fórmula funciona. To se encasilla de esta forma aún más en el personaje, sin correr la misma suerte que Donnie Yen con el resto de sus películas. A pesar de su carisma, no consigue protagonizar en solitario muchas más películas lejos de Ip Man, pero consigue rentabilizar al personaje y de momento consigue que sea en películas con una calidad más que aceptable, como es el caso. Consigue alejarse además de cualquier aspecto televisivo para no ser un producto de consumo rápido, aunque finalmente lo sea. Me explico. El cine de explotación, sea el que sea, suele ofrecer una variada gama de producciones, desde las más respetuosas y de calidad, hasta copias malas del producto original. Esta nueva aparición de Ip Man se encuentra a medio camino, una producción cuidada a pesar de ser una oferta donde todo lo que ofrece ya lo hemos visto antes. Pero como he dicho, tiene claro que es un mero entretenimiento, y cumple con creces en esto, sin un exceso de artificios y que, aunque no sea de los títulos más punteros del año, es sin duda una película perfecta para disfrutar de buen cine marcial.

NOTA: 6’75


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