CRÍTICA - SANAK (2021)

Vidyut Jammwal sigue intentando conseguir el éxito en el cine marcial y de acción. A pesar de tener un buen número de películas de gran calidad marcial, no consigue pasar de una segunda categoría dentro del género en la India. Su última película, estrenada hace nada, podría ser La consagración de este action hero, a la sombra de Tiger Shroff, quien podemos considerar el actual Rey Marcial Indio, y más cuando su estreno ha sido en Disney+ Hotstar (es decir, Hotstar, la mayor plataforma india que terminó siendo comprada por la todopoderosa Disney) La premisa puede sonarnos de algo, un hospital tomado por un grupo de criminales armados y con un nuestro héroe dentro, el día en el que su pareja recibe el alta tras una operación. Una especie de jungla de cristal india, pero con Jammwal repartiendo estopa, y eso siempre se agradece.

Podríamos definir la película como un híbrido. Coges la premisa de La Jungla de Cristal (1988), metes acción al más puro Jackie Chan Style y unas gotas (leves) de Hard Boiled (1992), tienes Sanak. Por suerte, consigue ser un producto relativamente original. Ya sabemos que el cine de acción y de artes marciales suele recurrir a lugares comunes para hacernos disfrutar con las peleas, tiroteos o el tipo de acción que toque. Pero a pesar de ello, Sanak, que vendría a significar algo así como enfado o enojo, consigue ser una buena película de acción que homenajea a otras cintas del género, como la mencionada película de John Woo, algo visto en alguno de sus pósters, con el héroe llevando en brazos a un bebe, algo puramente anecdótico en la película y que podría corresponderse más a un homenaje o guiño ya que sólo lo vemos en una pequeña secuencia (para acto seguido desaparecer el bebé del metraje) o en tener a los rehenes de los villanos en un hall del edificio. Si tenemos que emparentar, en términos generales, Sanak con otras películas, sin duda son las de Jackie Chan, debido en gran parte al coreógrafo y director de acción, el vietnamita Andreas Nguyen, quien lleva desde 2011 como miembro del equipo de especialistas del Torbellino de Hong Kong, escogido por el propio Jackie junto al coordinador del equipo, He Jun. Su trabajo es impecable, y se nota ese estilo tan característico que separa a Jammwal de sus trabajos anteriores, a pesar de que Nguyen ya fue coordinador de especialistas de Commando 3 (2019) El uso de cualquier elemento de los diferentes sets en las secuencias de acción e incluso en el propio personaje protagonista, Vivaan. Jammwal se aleja de los héroes indestructibles de la saga Commando, por ejemplo, para, aunque es un experto luchador, recibir golpes. Sus caras de sufrimiento recuerdan a Jackie, y lejos de parecer una copia, le dan cierta humanidad al personaje, sobre todo al no conocer su pasado ni el motivo por el que es una máquina luchando, pero insisto, no es la máquina todopoderosa capaz de hacer cosas inverosímiles sin despeinarse. Es un sufrido marido en una situación que le supera, como podemos ver en varias ocasiones, pero que el amor por su mujer le hace seguir avanzando para salvarla, a ella y al resto de rehenes, de los villanos de turno. Andreas usa su conocimiento para ofrecernos una sucesión de peleas imaginativas y espectaculares, aunque en general suene a ya visto, pero si eres de lo que quieren que Jackie vuelva a hacer pelis como en los ochenta (cosa que no va a ocurrir, a ver si nos dejamos ya de estas tontunas de fan ciego), sin duda esta película te puede dar eso que buscas. No llega a ser una revitalización del género, pero a Jammwal le sienta muy bien este cambio y este tipo de peleas.

A pesar de las numerosas virtudes de la película, seguimos ante una especie de serie B india, bien rodada, con un uso limitado de cables, momentos algo irreales, pero con mucho ritmo, sin canciones exceptuando la de los créditos finales (algo que ya hemos visto anteriormente en la filmografía del actor), un buen entretenimiento que hará disfrutarnos sin lugar a dudas, alejándose de los cánones indios quedándose entre medias de la serie B norteamericana y el cine de Hong Kong y, aunque no se decante por un lado, se agradece mucho. Sin olvidar que Andreas Nguyen va consolidando su carrera como director de acción, sobre todo en la India, aunque su inquietud le lleva a trabajar en cortometrajes o producciones alemanas, país adoptivo suyo. Espero que tanto Vidyut como Andreas continúen su unión, o que sigan ofreciendo al menos trabajos como Sanak, que da lo que promete.

NOTA: 6’75

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