CRÍTICA - FIST OF LEGEND (1994)


Los remakes no suelen ser objeto de buenas críticas. Claro está que hay honrosas excepciones, pero de forma general, no solemos recibir noticias de nuevas versiones de películas con demasiada alegría. Por otro lado, la Bruceploitation contiene muchas versiones que copiaban a las películas de Bruce Lee, remakes que a veces podían considerarle violaciones directas, desvergonzadas y desenfadadas que aportaban una escasa hora y media de entretenimiento que nos encantaba alquilar en los videoclubs y que ahora incuso algunas se han convertido en objetos de culto. Si unimos estos dos temas, llegamos a la película de la que voy a hablar hoy, una de esas que nos llegaron en plena fiebre hongkonesa con la extinta distribuidora Maga Films, y que siempre me ha gustado, Fist of Legend, aunque el título escogido por la mencionada distribuidora es bastante horroroso, Jet Li es el Mejor Luchador, el cual prefiero no poner en el título de la crítica, que ya da bastante vergüenza poner la foto con mi copia original aquí al lado, como para meter el dedo en la llaga… Con lo bonito que es el título en inglés, e incluso traducido, Puño de Leyenda. En fin, vamos a entrar en materia…

Jet Li produjo esta nueva versión de Furia Oriental (1972) de Bruce Lee (que hoy mismo cumple 50 años desde su estreno en Hong Kong) pero aportando más datos sobre Chen Zhen, el protagonista. En la cinta del Pequeño Dragón, vemos a Chen llegando a la escuela de Kung Fu, sin explicar dónde ha estado, mientras que aquí descubrimos que ha estado en Japón estudiando. Viendo estas diferencias, quizás habría que hablar del personaje que tanto Bruce como Jet interpretaron (además de un buen puñado de actores más en cine y televisión), ya que tiene una base real, pero no existe demasiada documentación al respecto. No obstante, tampoco voy a centrarme en esto, ya que realmente lo que me interesa hoy es la propia película, por lo que dejaremos para otro momento el tema del real Chen Zhen, que traté en mi libro Más Allá de Bruce Lee, editado por Dragonz Magazine. Las diferencias entre ambas películas son una constante ya que, aunque parten de la misma base, la muerte del Sifu Huo Yuenjia, y la investigación por parte de Chen, en este remake, se opta por modificar muchas cosas y ofrecer algo diferente, pero sin olvidar la original o los homenajes al propio Bruce.

En esta versión, vemos a Chen Zhen estudiando en Japón, en la universidad de Kyoto, sufriendo el racismo habitual nipón. Este elemento, de crucial importancia en el cine de Kung Fu setentero, se acentúa incluso en Japón, aunque en esta ocasión, Chen tiene una novia japonesa. Este elemento, junto al personaje que interpreta el Gran Maestro Yasuaki Kurata, el tío de la novia de Chen, cambia un poco los conceptos, mostrando a japoneses que para nada son absolutamente negativos. Chen recibe la noticia de la muerte de su maestro a través de Funakoshi (Kurata), por lo que volverá a Shanghai, ocupada por los propios japoneses. Al contrario que en la original, la muerte del Maestro Hou se achaca a un maestro de Karate japonés, pero la investigación de la muerte del maestro seguirá adelante.

Chen acudirá al dojo japonés para pelear contra Ryuichi, quien mató al maestro peleando, para comprobar que difícilmente Ryuichi hubiese podido ganar a Huo. Por ello pedirá un análisis por si le habían envenenado. De nuevo se modifica la historia de Furia Oriental de forma que parece usar la propia trama original para construir esta nueva versión, incluyendo la posibilidad de que sea el cocinero el envenenador, algo que se desvelará casi a la hora de metraje. Usar los highlights de la película del Pequeño Dragón me parece muy inteligente por parte de los guionistas, Gordon Chan, que fue además el director, junto a Jason Lam Kee-To y Kim Yip Kwong-Kim. Igualmente vemos una secuencia de entrenamiento directamente inspirada en los del propio Bruce, incluyendo sus flexiones con tres dedos o el trabajo de comba, es decir, entrenamientos científicos y occidentales usados por Bruce, o la explicación de Chen sobre el uso de técnicas simples y directas, eliminando lo superfluo. Conceptos del Jeet Kune Do que convierten a este Chen Zhen en una traslación del propio Lee para favorecer el homenaje y no ser un mero remake, mezclando la ficción con la realidad. Otro ejemplo es el combate contra el hijo de Huo (personaje que no aparece en Furia Oriental), donde vemos a Jet Li moverse como Bruce en el famoso Combate del Siglo de El Furor del Dragón, algo que repetirá en alguna ocasión más.

Tenemos además una subtrama con el mencionado hijo del Maestro Huo, una rivalidad que hará que Chen se vaya con su novia japonesa (que ha llegado a Shanghai para ayudar a Chen) a vivir fuera de la escuela, evitando así los problemas con los japoneses y con la propia escuela. Y en esta nueva casa tendremos otro gran combate. Bueno, todos en la película lo son, incluyendo el asalto de los japoneses a la escuela Jing Wu con bastones largos y katanas. Pero me refiero al combate entre Jet Li y Yasuaki Kurata, todo un prodigio gracias tanto a los actores como al coreógrafo, Yuen Woo Ping, que saca oro puro de cada secuencia de lucha. Este combate nos trajo otro concepto del JKD de Bruce, la adaptabilidad, tanto en el caso de Funakoshi, copiando el juego de piernas de Chen, como cuando se levanta viento y queda algo cegado el japonés, por lo que Chen se vendará los ojos (y Funakoshi, por cierto, nombre que homenajea al Gran Maestro de Karate Gichin Funakoshi)

En la secuencia final aparece el famoso cartel de “Enfermos de Asia”, provocando un clímax espectacular, con Billy Chow, que encarna al general Fujita contra Chin Siu-Ho (que interpreta al hijo del Maestro Huo) y Jet Li. Está claro que, si contamos con Woo Ping como coreógrafo y con Li y Chow como contendientes, el resultado difícilmente puede ser malo. Un despliegue marcial a la altura de lo esperado, salvaje y, como he dicho al comienzo de este párrafo, espectacular que termina de certificar por qué esta película es todo un clásico, y más cuando este 2022 cumplirá 28 años, concretamente el 22 de diciembre, fecha de su estreno. Por cierto, no tenemos nunchakus, pero sí a Jet Li usando un cinturón como si fuese dicho arma, mezclado con el látigo chino.

En definitiva, Fist of Legend va más allá de ser un simple remake de Furia Oriental, es todo un homenaje a Bruce Lee y a la película original, que añade matices como el evitar que todos los japoneses sean villanos, mostrando a auténticos Budokas respetuosos con los chinos y con el Kung Fu, donde las coreografías son sublimes y con un equipo de especialistas y secundarios de lujo, incluyendo a Kenji Tanigaki o a Yuen Cheung-Yan, hermano de Yuen Woo Ping. El final no es tan dramático como en el de la película de Lee, a pesar de ser un guiño total, que no voy a desvelar a pesar del tiempo que tiene. Una película indispensable para cualquier amante del mejor cine marcial mundial.

NOTA: 8

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