BIOGRAFÍA - WU JING - CAPITÁN CHINA (2)


En la primera parte dedicada a Wu Jing (que puedes leer aquí ) abarqué su carrera cinematográfica desde su inicio en 1996 hasta Legendary Assassin, en 2008, por lo que es momento de proseguir este repaso a una de las estrellas chinas más rentables en la actualidad, y aunque tiene muchas películas a partir de 2009, no sería hasta 2015 donde se convertiría en la rutilante megaestrella supertaquillera que es, además de convertirse en lo que indico en el título, el Capitán China, epítome del patriotismo chino. Pero primero vamos a repasar todo lo que hizo en esos seis años, que no fue precisamente poco.

SECUNDARIO DE LUJO

En efecto, a partir de 2009 rodó nueve películas y algunas series de televisión, pero sin ser el protagonista absoluto en ninguna de ellas. La primera, ese mismo 2009, fue Metallic Attraction: Kung Fu Cyborg, dirigida por Jeff Lau, uno de los directores que han desarrollado su carrera en la comedia moi-le-tau, tan promocionada por Stephen Chow. La película es una mezcla entre parodia y respuesta a Hollywood, que en 2007 había estrenado Transformers, por lo que Lau decidió hacer su propia película sobre robots transformables, pero con ese toque de comedia alocada, creando esta película, una buddy movie donde un policía deberá tener como compañero a un robot con aspecto humano, K-1, interpretado por Alex Fong y con nuestro querido Wu Jing como secundario, un robot malvado, o no tanto. La película es entretenida, divertida, pero con ciertos cambios de tono que hacen que no funcione como debía. No obstante, se deja ver y tiene algunas buenas secuencias de acción, con coreografías de Yuen Tak. Además, tenemos a Eric Tsang, Ronald Cheng y Law Kar-Ying en el reparto.

Metallic Attraction: Kung Fu Cyborg

En el 2010 estrenó cuatro películas. La primera, repitiendo con Jeff Lau, fue Just Another Pandora’s Box, una parodia a la saga del Rey Mono del propio Lau con Stephen Chow. Viajes en el tiempo, fantasía china, mucho humor y un all star cast, con Ronald Cheng, Yuen Biao, Gigi Leung, Athena Chu, Eric Tsang, Bruce Leung, Gillian Chung, Sandra Ng, Corey Yuen o Marco Mak en papeles grandes y pequeños. Wu Jing interpreta al jefe de la guardia en una pequeña aparición o cameo.

A esta le siguió otro papel de secundario en City Under Siege, de Benny Chan. De nuevo tenemos acción y humor con efectos especiales en esta extraña película con gente con poderes y buenas intenciones. Mira que la he visto en varias ocasiones, pero siempre me deja un regusto amargo. Aaron Kwok es su protagonista, un hombre con minusvalía mental (por decirlo de forma políticamente correcta) que terminará convirtiéndose en todo un héroe. Acción de Nicky Li y Ma Yuk-Sing, todo correcto, con buen ritmo, pero con un tono demasiado cambiante. Jing interpreta a un agente chino que intenta detener a los villanos, permitiendo lucir su técnica bastante.

City Under Siege

Pero no todo iba a ser fantasía. Wind Blast, tercer estreno del año, se basa, teóricamente, en una historia real sobre un asesino que huye con su mujer embarazada por el desierto del Gobi, perseguidos por asesinos y las fuerzas de la ley. Producción puramente china, que no de Hong Kong, con Gao Qun-Shu como director y guionista. Un western de acción con Nicky Li encargándose de las peleas, con Xia Yu como protagonista, además de caras como las de Francis Ng o Yu Nan. Un guion que va dando tumbos, con pretensiones de cineasta de autor, con el toque de acción breve, con lucimiento del equipo de especialistas y de Wu Jing, aunque sea uno de los secundarios. Aburre a ratos, y entiendo que no haya trascendido más allá de su país de origen. Tiene algún buen momento, pero insuficiente.


En 2011 volvería a un personaje secundario en una superproducción como Shaolin, de Benny Chan, y con un reparto de lujo. Andy Lau, Nicholas Tse, Fa Bing-Bing, Jackie Chan y Xing Yu, además de Corey Yuen como coreógrafo. Una historia sobre el arrepentimiento y el significado del famoso monasterio en la historia de China, una gran película coral espectacular y dramática a partes iguales. Magic to Win, también titulada Happy Magic, una simpática comedia con toques de romance y sobrenaturales donde Wu Jing interpretó al villano, un mago del fuego que busca robar la magia a otros magos elementales. Tiene sus momentos de lucha, tanto usando Kung Fu como, sobre todo, lanzando bolas de fuego y similares. Humor blanco para una película entretenida, pero lejos de lo que esperamos del actor. También participó en alguna serie de televisión, como la japonesa Tsukahara Bokuden (2011) o la china Special Arms (2012), ésta última bélica, y preparatoria para lo que iba a venir.

En el 2013 hizo otro cameo en Furia y Honor, otra producción china con Jet Li como máxima estrella, y participó en el cortometraje de Marvel Iron Man 3: The Prologue en un breve papel, lo mismo que en la comedia romántica The Breakup Guru en 2014. Y es normal que se tomase 2013 y 2014 con calma, ya que en 2015 estrenaría Wolf Warrior, y Wu Jing no sería nunca el mismo.

WOLF WARRIOR: SALTANDO COMO ESTRELLA

La carrera de Wu Jing ha ido alternando títulos comerciales donde lo ha dado todo con otras películas menores, algo más arriesgadas, convirtiéndose en una cara muy conocida, reivindicadora del chino continental, aunque rodase en Hong Kong. Sus experiencias cinematográficas y televisivas más bélicas parece que le calaron hondo, y en el que sería su debut como director y guionista, tendría mucha representación, siendo un punto de reflexión en la carrera del experto en Wushu y que comienza a dar sentido al título de estos dos artículos sobre Wu Jing.

Siete años preparando el guion, con alrededor de 14 borradores el mismo, terminaron por dar sus frutos. Una película sobre un cuerpo especial militar chino, donde un francotirador del ejército popular de liberación chino algo díscolo formará parte para terminar en un enfrentamiento contra narcotraficantes y mercenarios. Una gozada para los amantes de la acción, con una auténtica preparación militar del equipo, en un campo militar en la zona de Nanjing, así como el apoyo del ejército, usando numerosos aviones, tanques, armas y munición real para todo un bombazo en la taquilla. Tenemos además la presencia del británico Scott Adkins como el líder de los malvados mercenarios, con un duelo entra ambos estupendo. Hay voces en este mundillo que esperaban más de esta pelea, pero nos olvidamos que es lucimiento de Wu Jing, y el villano que interpreta Adkins está a la altura mínima exigida para hacernos disfrutar de su pelea, y presencia en general. Nicky Li volvía a encargarse de la coreografía de acción de Jing, algo que se ha ido repitiendo con los años, siendo una colaboración sinónimo de calidad.

Una estupenda película de acción, con ese fuerte tufo patriótico, algo que no debería sorprendernos tras habernos tragado muchos de nosotros los panfletos militaristas propagandísticos de la Era Reagan en el cine occidental de acción ochentero, con Sly, Arnie y Chuck como grandes ejemplos. Pero aquí Wu Jing, debido a la excepcional taquilla que consiguió, alcanzó el status de estrella, y con el cine de acción hongkonés ya muerto en ese año, cubría el hueco que se debe, para, al final, seguir ofreciendo el mejor cine de acción chino, ya sea de Hong Kong, Taipei o Beijing. Consiguió además algunos premios en festivales como los Huading Awards de 2016, al mejor nuevo director, guion o coreografía de acción.

El Despertar de los Dragones

Ese mismo 2015 Wu Jing repetía en la gran pantalla con El Despertar de los Dragones (SPL II: A Time for Consequences), secuela “espiritual” de Duelo de Dragones (2005) donde compartía el protagonismo con Tony Jaa, Max Zhang y Simon Yam, donde Wilson Yip, director de la primera, pasaba a ser productor y dejando la dirección a Cheang Pou-Soi. Policías encubiertos y redes de tráfico de órganos para una película oscura y violenta, con coreografías, de nuevo, de Nicky Li, que sustituyó a Dion Lam, con un buen uso de cables, no demasiado exagerado y que supuso un éxito de taquilla. Con unos 23 millones de dólares de presupuesto, consiguió 90 millones, consiguiendo el segundo puesto el fin de semana de su estreno en China, detrás de Jurassic World. Drama y mucha acción para una película indispensable que nació como una precuela de la película original. El primer título era SPL 2: The Rise of Wong Po, e iba a narrar el ascenso del personaje interpretado por Sammo Hung, quien iba a haber participado junto a Donnie Yen, el propio Wu Jing, Sammo y Simon Yam, pero finalmente se deshechó, y aunque mantuvo a Jing y a Yam, interpretan personajes diferentes.

En 2016 volvería a los papeles secundarios en Call of Heroes y A Chinese Odyssey: Part Three, compartiendo pantalla con Lau Ching-Wang y Eddie Peng y con coreografías de Sammo (que hizo un cameo) la primera, un estupendo wuxia, y con Han Geng, Karen Mok y Tang Yan en la segunda, tercera entrega de la saga de Jeffrey Lau que parodiaba Viaje al Oeste, la famosa novela del Rey Mono que protagonizó Stephen Chow y que tuvo aquí a Han Geng como el gamberro Sun Wukung. En ella, Wu Jing se encargó de interpretar al monje Tang Seng. Estos papeles menores, sobre todo en el caso de Call of Heroes, le dejaron tiempo para preparar la secuela de Wolf Warrior.

Tras los sucesos acaecidos en Wolf Warrior, nuestro protagonista regresa a casa para llevar las cenizas de uno de sus compañeros caídos. Allí se enfrentará a varios matones que pretenden echar abajo la casa donde vive la familia del fallecido, terminando en la cárcel y expulsado del ejército. Años después se encuentra en África, trabajando en un puerto para encontrar al dueño de una extraña bala que acabó con la vida de Xiaoyun (interpretada en la primera parte por Yu Nan) que, según ha logrado averiguar, proviene de esa región africana. Durante su búsqueda, se ha convertido en el padrino de un simpático chico africano, pero todo cambiará cuando el país sufra una revolución sangrienta. Tras llegar a la embajada china y lograr subir a un barco del ejército, su ahijado le dirá que no quiere ir a China, quiere ir con su madre. A esto le añadimos que un médico chino, el doctor Chen, de vital importancia para los rebeldes, se encuentra en medio de la zona de guerra, y que el ejército chino no puede entrar sin autorización de la ONU en dicha zona, ya tenemos el resto de la historia, con Feng (Wu Jing), presentándose voluntario para encontrar tanto a la madre de su ahijado como al médico. Lo que Feng no sabe es que todo es por un virus mortal y su cura. El doctor Chen es asesinado y su hija adoptiva, con la cura en sus venas, será la clave de todo. Feng, la niña y la doctora Rachel (Celina Jade), emprenderán una huida contrarreloj por África, además de con unos trabajadores de una fábrica china, donde está la madre de su ahijado mientras escapan de unos mercenarios occidentales liderados por Big Daddy (Frank Grillo)

Con 200 millones de yuanes (unos 30 millones de dólares) de presupuesto, consiguió en taquilla 874 millones de dólares, rompiendo todos los récords en China y colocándose como la segunda película más taquillera de todos los tiempos en ese momento, detrás de Star Wars: El Despertar de la Fuerza (2015) en China, pero la mayor taquillera dentro del cine chino, aunque el propio Wu Jing superaría este récord posteriormente, y la película número 54 más taquillera en todo el mundo el año de su estreno, siendo la primera película de habla no inglesa en conseguir entrar en la lista de las cien películas más taquilleras de la historia. Por esto, y por el patriotismo, fue la elegida por la academia de cine chino para acudir a los Óscars, aunque no consiguió finalmente la nominación. Se estrenó en varios formatos, como IMAX, 4DX, 3D y en el denominado China Film Giant Screen, la versión, o competencia, china de IMAX.

 Y dejando los detalles técnicos atrás, el mayor atractivo fueron, y son, sus escenas de acción. Se publicitó en su momento que los Hermanos Russo, después de su éxito con las dos secuelas del Capitán América, fueron contratados como supervisores de la acción, cuando la realidad es otra y es que Wu Jing contó con Sam Hargrave, especialista y coordinador de acción de las dos películas mencionadas del Capitán América (y director de Extraction, también conocida como Tyler Rake, de 2020 y cuya secuela veremos entre este año, en teoría) para la dirección de acción, junto a Jack Wong Wai-Leung. Y vaya secuencias. Aunque usan cables y algunos efectos digitales que, a día de hoy, se notan más de lo esperado, estamos ante una película trepidante y espectacular, con peleas cuerpo a cuerpo, tiroteos, tanques y explosiones estupendas. Se nota que en esta secuela quisieron hacer algo con miras internacionales, no sólo por usar a una estrella como Frank Grillo como villano, si no por toda la producción, más cercana a Hollywood que en su primera entrega.

Sin duda el aspecto patriótico es muy importante, y tenemos en su tramo final un momento épico con Wu Jing como asta de bandera, literalmente, ya que, para cruzar una zona de conflicto con los refugiados, nuestro Capitán China hará honor a este pseudónimo que le he puesto cuando usa su brazo para extender una bandera china en un momento que seguro que ayudó a que China la escogiese para representarlas en los mencionados premios de la academia de cine norteamericana. 

Además de Jing y Grillo, tenemos caras conocidas como Heidi Moneymaker, especialista de alto nivel y coordinadora de especialistas de la serie Ojo de Halcón (2021), como una de las mercenarias de Grillo, a Can Aydin (Plan B) como doble de Grillo, a Sarah Chang (Trigonal) como doble de Celina Jade, o a Clay Donahue Fontenot, doble de Wesley Snipes en la saga de Blade. Un equipo estupendo para una gran película.

Este mismo año 2017, Wu Jing participaría junto a un elenco impresionante en un cortometraje producido por el magnate Jack Ma, que servía de estrategia comercial para celebrar un día especial para la megacorporación de ventas de Ma, Alibaba (sí, Aliexpress es parte de esta empresa), denominada Double 11 Shopping Carnival, un festival de compras, Gong Shou Dao, o, en inglés, On That Night… While We Dream. Además de Wu Jing y el propio Man, pudimos ver a Donnie Yen, Tony Jaa, Jackie Heung, Jet Li y diversos deportistas chinos, con diversas secuencias de lucha coreografiadas por las leyendas que son Yuen Woo Ping, Sammo Hung y Tony Ching Siu-Tung.

Gong Shou Dao

En 2018 volvería a participar en una película china, como secundario, la comedia fantástica The Faces of my Gene, donde un escritor viaja a pasado para conocer a sus ancestros y encontrar la confianza que le falta, para regresar por todo lo alto con la supertaquillera La Tierra Errante en 2019, enmarcada en la ciencia-ficción y basándose en la novela de Liu Cixin, ganador del premio Hugo de literatura de este género. De esta forma, volvía a protagonizar un hecho histórico en este género, no demasiado habitual en China. La búsqueda de un planeta apto para la vida humana es el epicentro de la historia, con mucho drama y estupendos efectos especiales. En principio, cuando comenzó el proyecto, Wu Jing iba a participar como secundario, pero con su salto como megaestrella, se modificó el guion para que participase en muchas más secuencias de las previstas.

Curiosamente, los productores intentaron que un director de prestigio internacional la dirigiese, como James Cameron o Luc Besson, que rechazaron el proyecto en favor del desconocido Frant Gwo, quien terminó por hacer un estupendo trabajo. El resultado en taquilla fue excelente, consiguiendo 700 millones de dólares en taquilla frente a un presupuesto de unos 50 millones. De nuevo batió récords, aunque en estos momentos es la quinta película más taquillera de la historia en China.

Por si fuera poco, Wu Jing continuaría con el cine épico patriótico con The Climbers (2019), basada en una historia real, la de la expedición de unos montañeros al Everest. Y, claro está, reventó las taquillas de nuevo, aunque no al nivel de las anteriores. Zhang Ziyi le acompañaría en esta aventura dramática que contaría con un cameo final de Jackie Chan. Un entrenamiento previo de quince días para acostumbrarse al frío extremo para una película emotiva y con momentos espectaculares pero alejado de la acción y las artes marciales, lo mismo que algunas apariciones como secundario en otros títulos ese mismo 2019, como Song of Youth, drama de estudiantes que transcurre en los años ochenta, Looking Up, otro drama sobre las enseñanzas de un padre a su hijo, o My People, My Country, que conmemoraba el 70º aniversario del establecimiento de la República Popular China. Este film constaba de siete historias dirigidas por siete directores, y Wu Jing participó en el segmento The Champion, la tercera historia, donde un niño ayuda a sus vecinos a que puedan ver por televisión cómo China conseguía la medalla de oro olímpica femenina de voleibol en 1984.

The Climbers

Y este rumbo nuevo como héroe patriótico continuaría hasta la actualidad. No todas sus películas han trascendido el fandom más internacional, demostrando que sólo les interesa a Wu Jing como héroe de acción. Mientras ese fandom continúa exigiendo a Jackie Chan o Jet Li hacer películas como en los ochenta o noventa, sin tener en cuenta la edad, lesiones y a los actuales héroes marciales, Wu Jing se ha erigido en el estandarte del patriotismo chino en producciones dramáticas de gran calidad técnica. Pero claro, el sentimiento anticomunista respecto al gobierno chino es demasiado fuerte, y algunas de sus películas, al margen de no haber salido de China, se sitúan en géneros ignorados por esos fans que dicen ser amantes del cine chino. Y es que la cinematografía china es algo más que Kung Fu, aunque tenga tintes propagandísticos. Es curioso cómo nos hemos tragado la propaganda norteamericana en los años ochenta, en plena era Reagan, con esos héroes de acción bélicos idolatrados (yo incluido) pero criticando a los chinos por la ideología política. Una demostración del fascismo más recalcitrante y casposo de la actualidad. No voy a entrar en política, pero estamos hablando de cine, y aunque sea de propaganda, sigue siendo cine y por ello es necesario verlo antes de criticarlo.

The Sacrifice
Dentro de esto se encuentra The Sacrifice (2020), dirigida por Guan Hu, Frant Gwo y Lu Yang, encargándose de un segmento cada uno para mostrar la incursión de China en la Guerra de Corea, concretamente en la campaña de Jincheng, en 1953. Tres perspectivas de dicho evento, con un cuarto que cierra la película. Tres meses de rodaje que celebraban el 70 aniversario de la Guerra de Corea que cosechó un nuevo éxito para Wu Jing, aunque tuviese un reparto coral, por mucho que tergiversase algo la historia en favor del gobierno chino. Tuvo alguna mala crítica por ciertos aspectos repetitivos, pero no impidió que ganase algunos premios en festivales como el de Macao.

En 2021 se estrenaba The Battle at Lake Changjin, que volvía al mismo tema, la Guerra de Corea, y de nuevo tergiversando la historia. China ayudó a la actual Corea del Norte luchando contra los norteamericanos, pero la película, que narra otra campaña, la que da título al film, se justifica como una ayuda a Corea respecto al control del gobierno norteamericano. De nuevo el patriotismo exacerbado dio sus frutos para esta película dirigida de nuevo por tres directores, de mucho más impacto que The Sacrifice, Tsui Hark, Chen Kaige y Dante Lam, quienes dieron una espectacularidad muy superior. Es la película más cara del cine chino, pero todo el dinero invertido, alrededor de 200 millones de dólares dieron beneficios, unos 900 millones de dólares, convirtiéndola en la película más taquillera de la historia en China. Un récord que haría que rodasen en 2022 una secuela. De momento puedo confirmar que la primera entrega la tendremos dentro de poco, en julio, en España. La secuela ha cosechado también un gran éxito, pero sin llegar a lo que consiguió la original.

The Battle at Lake Changjin

Ente medias participó en My Country, My Parents, tercera entrega que celebraba el aniversario de la república. Como puedes ver, a raíz de Wolf Warrior, el papel de Wu Jing es meramente propagandístico, participando en películas donde el espíritu de China toma su cuerpo, dejando aún más claro el nombre de estos dos artículos que he dedicado al experto en Wushu. Su última película es The Meg 2: The Trench, co-producción con Hollywood (como la primera entrega), donde une fuerzas a las de Jason Statham para enfrentarse a un megalodón. Puede que sea su carta de presentación en la Meca del Cine, pero no podemos descartar que regrese a ese cine patriótico para seguir siendo es estandarte de China en el que se ha convertido.

SERIES Y VIDA PERSONAL

Para ir terminando este extenso artículo, tengo que mencionar Snow Dance (2022), drama deportivo sobre un esquiador que regresa a su casa para emprender una nueva vida donde de nuevo es secundario. Además, debería empezar a rodar en breve La Tierra Errante 2, donde coincidirá con Andy Lau, y no puedo olvidar las numerosas series de televisión en las que ha participado desde 1997, alrededor de 20, algunas de Kung Fu y otras de otros géneros. Wu Jing ha demostrado ser incansable, con una filmografía mucho más extensa de lo que se cree.

Wu Jing y Nan Xie

La nota personal a destacar es su matrimonio con la también actriz Nan Xie, desde 2012, casándose en 2014 y con quien tiene dos hijos, Wu Suowei, nacido en 2014 y Wu Lu nacido en 2018. Sin duda, Wu Jing es el Capitán China, y aunque se haya alejado del cine marcial, continúa ofreciendo acción en cada film que protagoniza, sin olvidar papeles menores en otros géneros. Su futuro está claro, seguirá siendo un representante del cine chino más… chino, más político, dándole premios y sobre todo una estabilidad en su carrera que pocos actores tienen. No obstante, espero que regrese al cine marcial pronto y nos deleite con su estupenda técnica.

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