LA SAGA LONG ARM OF THE LAW – 3 Y 4

En 1989 aparecía la tercera entrega de la saga, y un año después acababa la saga con su cuarta parte. La tercera tuvo a Andy Lau como absoluto protagonista, pero aún no era el Andy Lau estrella que es ahora. En 1986, tras participar en algunos largometrajes y cosechar el éxito en televisión, Andy dijo que no a un nuevo contrato con la TVB de cinco años, por lo que la cadena de televisión de la Shaw Brothers decidió ponerlo en la lista negra para impedirle trabajar. Pero el mismísimo Chow Yun Fat ayudó a Lau para que consiguiese el éxito en cines, por lo que llegaba 1989 y el relanzamiento de la carrera de Andy. Por otro lado, recordemos que debutaba en 1985 con el disco Only Know that I Still Love You, pero sin cosechar el éxito esperado. Por ello, que participase en la tercera entrega de Long Arm of the Law representaba un intento del actor y cantante por ser ese tigre audiovisual que se esperaba cuando debutaba en televisión, perteneciendo al denominado Five Tiger Generals of TVB, junto a Tony Leung Chi-Wai, Michael Miu, Felix Wong y Kent Tong, aunque fuese en el cine.

Pero este artículo no es sobre Andy, aunque he creído necesario hablar de la situación de Lau cuando se estrenaba esta película. Y una vez dicho, o escrito, pasemos a Long Arm of the Law – Part 3, donde Michael Mak repetía como director tras la segunda entrega (y que volvería para la cuarta), con guion de Johnny Mak y Stephen Siu, más acostumbrados al cine comercial, algo que se nota en el resultado final de la tercera parte, sobre todo por la aparición de Andy en ella. Y es que, aunque mantiene ciertos aspectos de la saga, como esa comparativa entre los chinos continentales y los hongkoneses, se acentúa el aspecto romántico, ya que es el amor el que motiva al personaje de Andy a mejorar su vida metiéndose en la mafia. El paso de la dirección a manos de Michael Mak, dejando a Johnny como guionista y productor, deja claro el cambio de rumbo a nivel comercial de la cinta. Tenemos acción, claro está, y de nada menos que de la mano de Tony Leung Siu-Hung, aunque tampoco es brillante. El drama y el romance se intercalan con la acción, quedando el dramatismo en un segundo plano. Un intento de hacer algo más mainstream pero con una atmósfera similar a la anteriores entregas. Pero lo más llamativo es la presencia de Elvis Tsui, que es el nexo de unión de las cuatro entregas, aunque interpreta a personajes diferentes. Recordemos sagas más actuales como Overheard o la india Baaghi, compuesta de secuelas espirituales, algo que aquí ya podemos ver. El éxito de una película no siempre conlleva a secuelas tal y como conocemos en Occidente, y como ésta saga, las mencionadas o más que existen en Asia, demuestran que a veces es mejor ya que, aunque repita ciertos aspectos, consigue distanciarse de cada entrega, creando un microverso cinematográfico bastante interesante, más por el mensaje que tienen que por la reiteración de historias y personajes, exprimiendo demasiado todo pero sin diferencias sustanciales.

 

No obstante, esta tercera entrega es la más floja precisamente por esos elementos manistream. Andy Lau es un buen actor, y un gancho para la taquilla, pero a pesar de los intentos en mantener una atmosfera algo deprimente y no muy esperanzadora, mantiene ese pie en lo comercial, para deleite de las fans, sobre todo de Lau, al que le quedaba aún unos años para ser el icono cinematográfico que es hoy, pero su buen hacer delante de las cámaras, la buena dirección de Michael Mak y el buen ritmo de la película la hacen bastante entretenida. Consiguió ser un éxito moderado en taquilla, con unos doce millones de dólares de Hong Kong, pero sin conseguir nominaciones en premios. Estirar a veces las cosas no es bueno, por lo que la siguiente entrega intentaría volver a sus inicios y dejando a Elvis Tsui el papel protagonista. 


Dicha cuarta entrega, titulada también Underground Express (1990), tendría de nuevo a Michael Mak como director, y a su hermano Johnny, junto a Stephen Shiu, como guionistas, dejando la acción esta vez a Chin Yuet-Sang. La historia repite esquema, enfrentando a los policías con los mafiosos, pero tratando diferente a los criminales de Hong Kong que a los que provienen de la China Continental. Es una dramatización de los eventos reales ocurridos en 1989, la famosa matanza de la plaza Tiananmen, a raíz del fallecimiento de Hu Yaobang, con estudiantes que integraban el movimiento por la democracia en China. La película vuelve a ese universo áspero y desesperanzador, con algunos momentos de acción más realista, intentando volver a tener ese aspecto de cine de bajo presupuesto e independiente, aunque fuese la Golden Harvest la que la distribuyese.

Elvis Tsui borda su papel, teniendo todo el peso de la película, a pesar de tener un más que solvente reparto como Frankie Chan Chi-Leung. El drama y la acción se dieron cita en una película muy equilibrada, y quizás basarse en hechos reales tan importantes históricamente ayudó a que la saga volviese por sus fueros. También es cierto que no conseguiría ningún premio, pero ni falta que le hace. Una película compacta, que sabe corregir los errores comerciales de la anterior entrega y que nos mantiene en vilo durante todo el metraje.

A pesar de los altibajos de esta saga, nos queda para el recuerdo la maravillosa primera entrega, por mucho que se “vendiese” al cine más comercial. En una época donde la sociedad hongkonesa no pasaba una buena época, surgieron diversas voces que ponían todo el malestar social en el punto de mira, usando incluso al cine de acción como altavoz. Y estas cuatro películas son un claro ejemplo de esto.

Por otro lado, has podido ver que el impacto de las cuatro películas no fue el mismo, pero además de mostrar esa pérdida de esperanza china, de mostrar lo diferentes pero iguales que son los hongkoneses y los chinos continentales, son pedazos de la historia de la ex–colonia británica, un reflejo de lo que el público buscaba en una sala de cine, de la aparición de nuevas estrellas, de nuevos cineastas, aunque algunos, como Johnny Mak, que a pesar de su importancia, prefirió seguir como productor o guionista tras la estupenda apertura de esta saga muy recomendable, y no siempre recordada por los fans.

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