CRÍTICA - SAKRA (2023)

Una de las películas más esperadas por mí este año era Sakra, el regreso al wuxia de Donnie Yen en una nueva adaptación de la novela de Louis Cha, Demi-Gods and Semi-Devils, serializada en el periódico Ming Pao de Hong Kong de 1963 a 1966. Una película estrenada en China en plataformas, pero llegando a cines en diversos países del sudeste asiático y que podremos ver en pantalla grande en el próximo Festival Nits de Cinema Oriental de Vic. Y remarco este estreno español ya que puedo adelantar que merece la pena verla en pantalla grande, y qué mejor que en el mejor festival de cine asiático del mundo junto al resto de la habitual magnífica selección de títulos e invitados que tiene dicho festival. Sakra es un vehículo perfecto para Donnie, con dos partes bien diferenciadas, pero con un denominador común, la espectacularidad visual y un claro ejemplo de cómo hacer películas de jianghu en todo su esplendor con magníficas escenas de lucha y sus dosis correspondientes de romance y drama, recayendo todo el peso en los hombros de Donnie que sale más que airoso y demuestra que es toda una estrella.

Qiao Feng (Donnie Yen) es un joven huérfano criado por un matrimonio de la Dinastía Song que se convertirá en el líder del Clan de los Mendigos. Pero un buen día, es acusado de asesinar a un compañero por la propia esposa del fallecido, siendo expulsado del clan. Pero las cosas se pondrán más difíciles para Feng, ya que le acusarán de más asesinatos, el de sus propios padres adoptivos y el del Maestro Shaolin que le entrenó. Por ello, todo el mundo de las artes marciales irá a por él. Y, por si fuera poco, su origen no es de la Dinastía Song, si no khitan, siendo además repudiado. Feng intentará limpiar su nombre encontrando al verdadero asesino mientras conoce a una joven que ha sido manipulada para robar en Shaolin, naciendo el amor entre ellos.

Como he dicho, podemos diferenciar dos partes en la película. La primera es la más dinámica y movida, con una serie de escenas de lucha estupendas, dirigidas por Kenji Tanigaki y Yan Hua, donde se hace un uso de los cables sencillamente fabuloso, con una fluidez brutal, a pesar de ver técnicas y desplazamientos irreales. Los combates con espada, la mayoría, son muy rápidos y técnicos, muy bien filmados y editados, demostrando el genio de Tanigaki, Hua y el propio Donnie, alejándose así de sus películas contemporáneas y de los puñetazos y patadas… aunque tenemos, al igual que algunas proyecciones, tan habituales en las películas policíacas de Yen, pero sin ser la estrella como en otras ocasiones.

La segunda mitad se relaja un poco en cuanto a acción, aunque continúa, pero se acentúa el drama, el romance, desarrollando todo, y cuando tenemos acción es más fantástica, con el uso de la energía interna o chi en combates espectaculares, aunque más cortos. No obstante, no es una queja ni significa que la película vaya de más a menos. Sencillamente avanza todo en la dirección que la historia necesita (y marca el libro, aunque no lo he leído o no sé el grado de adaptación que tiene, más o menos fiel), ya que estamos ante una historia de un héroe del jianghu, en todo su significado. Necesitamos tener parajes desérticos, amor, actitud y decisiones heroicas, aunque eso signifique que el protagonista esté en aprietos y ponga en riesgo su vida.

La definición de héroe es lo que representa el personaje de Donnie, estableciendo una unión entre esta alta moralidad con en la cosmología budista a través del título, Sakra, que es el gobernante del paraíso trāyastriṃśa budista, considerado uno de los protectores del budismo. De esta forma, Feng actúa como defensor de los conceptos más heroicos de los artistas marciales de la misma forma que Sakra lo hace en el budismo. Por otro lado, podemos ver en la película menciones a la sociedad de artistas marciales del jianghu, el Wu Lin, o el tema étnico. Feng es khitan, es decir, una étnica nómada del noreste de Asia que estuvo en guerra con la Dinastía Song, provocando así el conflicto de Feng con el resto del Clan de los Mendigos. Todo esto enriquece mucho la película, hundiendo sus raíces en la literatura e historia clásica china y dando así trasfondo al personaje y una búsqueda de identidad que se desarrolla en los momentos de calma, junto a la mencionada historia de amor.

Chen Yuqi interpreta a Azhu, primero ladrona, luego componente romántico del film. Tengo que admitir que de primeras no me estaba convenciendo ella como parteneire de Donnie, pero el buen hacer la actriz me hizo cambiar de idea. El reparto está a la altura, aunque al margen de Yuqi, no hay personajes que destaquen, aunque cumplen tanto los héroes como los villanos, arropando a Donnie como superestrella de la película. A destacar la presencia de Kara Hui y Yuen Cheung-Yan, hermano de Yuen Woo Ping, en papeles secundarios pero importantes.

Por cierto, aunque aparece Donnie acreditado como director, ha sido Kam Ka-Wai (Queen of Triads) el director, acreditando a Yen como estrategia de marketing del productor, Wong Jing, y debido en parte a que Tanigaki junto al equipo de Donnie, se han encargado de la acción, llevando el sello Donnie Yen (sobre todo por cómo le conoce Tanigaki a la hora de encargarse de coreografiar a su amigo) En definitiva, aunque no es todo lo que podría parecer de primeras, es sin duda una estupenda película, visualmente espectacular, aunque algunos efectos digitales nos recuerden que es una película de plataformas, todo perdonable, por la alta calidad de la acción, por ese toque de western, acentuado con la banda sonora, con un Donnie que sabe reinventarse alejándose de esos policías que usan MMA, proyecciones, agarres y derribos, pero sabiendo mantener ese sello en la acción tan personal, además del autorregalo de Donnie con un personaje con matices donde puede interpretar también otro tipo de escenas más dramáticas. Puede que quien espere más tipo Duelo de Dragones, Flash Point, Special I.D. o Raging Fire se sienta un poco decepcionado, pero es que es una gran película de wuxia, Jianghu y Wu Lin, y para quienes nos gusta este tipo de pelis, es una gozada. Vamos, que si te pierdes su pase en Vic, no me vengas luego con lloros…

NOTA: 7

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