CRÍTICA - RIDE ON (2023)

Y empezamos el año con una nueva crítica de Jackie Chan y su última película como protagonista, exceptuando su aportación a la última aventura cinematográfica de las Tortugas Ninja prestando su voz al Maestro Splinter. Aunque la vi a principios del verano pasado y se pudo ver el pasado mes de julio en el Festival Nits de Cinema Oriental de Vic, Ride On es realmente una película que hay que ver, sobre todo si eres fan de Jackie, ya que es un homenaje al mundo del especialista, pero mezclando esto con drama familiar y humor, todo muy blanco, pero que encaja a la perfección con el actual Jackie Chan, que sigue con sus escenas arriesgadas, pero centrándose además en la interpretación, resultando una película que se adapta a los diferentes fans que tiene. Sabemos que en Occidente la gente prefiere que repita la fórmula de los ochenta, pero en China sigue cosechando éxitos con este giro al drama, o a otros géneros más habituales para el público chino, pero menos del gusto occidental. Personalmente creo que El Caballero de las Sombras: Entre el Yin y el Yang (2019) o Railroad Tigers (2016) son buenas películas, pero, claro está, alejadas del tipo de cine que le daría éxito internacional. Pues a los que les han gustado estas pelis, y a los que no, creo que les satisfará este Ride On.

Jackie es Luo Zhilong, un veterano especialista que vive con su caballo, también especialista de cine, pero que tiene numerosas deudas. Tras volverse viral por una pelea contra los usureros, su vida cambiará. Por un lado volverá a trabajar, pero por otro lado deberá pedir ayuda a su hija, con la que no se habla hace años, para que le ayude a evitar que una empresa le quite el caballo. Este film tiene varias capas. Por un lado tenemos el homenaje al especialista de cine, algo que incluso se remarca en los créditos finales. Su trabajo, incluyendo el trabajo con animales como el caballo y el inevitable paso del tiempo que ha hecho que cambie incluso este tipo de funciones, usando chromas, cables y CGI. Un relevo no tanto generacional como tecnológico que aunque da mayor seguridad a las escenas arriesgadas, elimina parte de la magia del cine. Y aunque se hable en la película de acrobacias y escenas arriesgadas al estilo tradicional, es cierto que a veces se nota que han usado ordenador, contradiciéndose, aunque es algo perdonable para evitar que los animales sufran en los rodajes, algo que también se toca de forma tangencial para profundizar en la relación entre Luo y su hija.


En esta primera capa de la historia podemos ver el trabajo de Luo enseñando a su caballo y asistimos a varios rodajes donde además se suma la segunda capa, el homenaje al propio Jackie Chan. O autohomenaje ya que en esos rodajes que vemos, se puede observar que el vestuario es parte del más icónico de la carrera de Jackie. Referencias a Operación Cóndor o El Mito, pasando por muchas otras de sus películas gracias al uso de material real de Jackie durante el rodaje de La Armadura de Dios, Armas Invencibles o Piratas del Mar de China, ya sean tomas falsas donde Jackie sufrió accidentes o pequeños fragmentos de secuencias de dichas películas. E incluso vemos a Jackie con un traje negro, antifaz y gorra, al estilo del Kato de Bruce Lee. Y de nuevo todo esto llega a la tercera capa.

Y esta tercera capa es la relación con su hija. Tras su estreno, incluso medios de comunicación se atrevieron (demostrando que no tienen ni idea de lo que estaban viendo) a decir que Jackie Chan veía trozos de sus películas con su hija, emocionándose ambos. Pues sí, era una secuencia de esta película, y no la hija de Jackie (con quien, por cierto, digamos que no se lleva muy bien en la vida real) Hecho este inciso, el melodrama familiar campa a sus anchas, muy del gusto chino. Está claro que Jackie tiene una edad, y que siempre ha querido destacar también como actor serio, por lo que es normal que en estos momentos meta estos elementos en sus películas, saliendo, como era previsible, airoso como actor dramático.


El perfecto equilibrio entre el drama, la comedia, la acción, el homenaje a los especialistas y el autohomenaje de Jackie, consiguen crear una película blanca, divertida, donde vamos enumerando mentalmente las referencias visuales y disfrutando de todos estos elementos. La madurez de Jackie nos regala esta preciosa película, emotiva, con un buen desarrollo de personajes pero sin olvidar el sello de Jackie Chan. Y encima tenemos un reparto a la altura, y podemos ver a Xing Yu, Andy On, Wu Jing y a Yu Rongguang, además de cameos como los de Stanley Tong o Aarif Lee Chi-Ting (o Aarif Rahman) Contra Andy On tiene un par de secuencias de acción, que en esta ocasión se ha encargado de diseñar y coordinar He Jun, quien lleva ya unos años trabajando en primera línea en las películas de Jackie, siendo prácticamente el número uno del grupo de especialistas de Jackie. Se encargó de las coreografías de Pequeño Gran Guerrero (2010), Chinese Zodiac. La Armadura de Dios (2012), Dragon Blade (2015) o de El Caballero de las Sombras: Entre el Yin y el Yang (2019) Su trabajo mantiene, como he dicho, el estilo de Jackie y se adapta perfectamente a esa comedia blanca que he mencionado ya. Un producto muy bien construido, que te emociona y divierte, y que demuestra que Jackie ya ha hecho todo lo que tenía que hacer en la acción, y se merece papeles como éste, que demuestran que sabe interpretar.



Está claro que todos los elementos, géneros o subgéneros de los que se alimenta la película son puramente chinos, por lo que ese tipo de drama, sobre todo, es lo que menos puede gustar si no te va mucho. Pero tenemos que respetar a este Jackie maduro y dramático, ya que le está permitiendo crecer como actor, aunque algunas de sus películas no consigan ser lo buenas que podrían serlo. Por suerte aparecen obras como ésta, que son capaces de emocionarte incluso repasando la carrera y accidentes de Jackie, y te das cuenta, al menos en mi caso, que llevo toda mi vida viéndole, sufriendo con las tomas falsas, e incluso leyendo e investigando sobre su vida, por lo que he disfrutado con esta película que le sabe homenajear sin caer en lo narcisista ni en el autobombo. Jackie Chan fue, es y será de los más grandes del cine hongkonés, marcial y de acción, un genio que se merece hacer películas como ésta, de lágrima fácil, pero con estupendas escenas de acción. Jackie sigue en forma, y su legado, gracias a su equipo de especialistas, y en especial a He Jun, seguirá ofreciendo películas de calidad como ésta, por mucho melodrama o momentos sensibleros tenga, sigue siendo una película de Jackie Chan, y de las buenas. Y en estos momentos que corren, ver algo bonito en el cine de acción, también se agradece.

NOTA: 7’5


Comentarios