Siempre he querido hacer cine marcial y de acción. Y en España, con lo que esto conlleva. Pero las cosas no siempre salen como uno quiere, por lo que tanto en mi fanzine Ronin como posteriormente en las revistas Acción y Dragonz he querido ayudar a los cineastas que han intentado, intentan e intentarán, hacer este tipo de cine, sobre todo en España, pero también fuera. Sabemos que el cine marcial y de acción a nivel mainstream no es lo que era, por muchas de John Wick que estrenen. Sí tenemos otras películas, blockbusters como la saga de Misión: Imposible de Tom Cruise o la longeva A Todo Gas, pero a pesar de estos títulos, y dejando fuera el cine de superhéroes, pocos son los títulos realmente de género, sobre todo marcial, que se hace en Occidente. Scott Adkins hace lo que puede en su acomodada (por suerte para nosotros) serie B, pero al margen de él, tampoco es que podamos disfrutar demasiado de este tipo de cine que amo. ¿Y en España, qué pasa?
Ya lo he comentado otras veces,
tanto aquí como en redes sociales, y no voy a entrar a atacar con la
“industria” española. Y entrecomillo industria ya que aquí no se crea
industria, excepto las comedias tontas y repetitivas y los dramas “de autor”,
esos títulos que no consiguen taquilla pero que pueblan la cinematografía
española. Pero tal y como empiezan los cómics de Astérix, existe una comunidad
de irreductibles amantes del cine de acción y marcial que se esfuerzan, contra
viento y marea, en crear sus producciones independientes, aunque los medios de
comunicación más generalistas, productores y distribuidoras, les ignoren.
También he conocido por redes a Rubén Arnáiz, productor, guionista y
director independiente que ha llegado a co-producir en China y México. Cortos,
largos, de acción y artes marciales, de terror o thrillers como Tantum,
protagonizada por Boris Chrestia,
otro nombre a tener muy en cuenta dentro del panorama actoral español, tanto a
nivel dramático como marcial. Produjo en 2018 con China Flight of Evil y
sigue incansable escribiendo, produciendo y dirigiendo títulos independientes
como Scavengers, co-producción con México con los hermanos Andrew y
Steven Dasz.
¿Y qué decir de Teo García y su proyecto Xtremo, que finalmente fue una realidad en 2021 tras más de diez años pasando de largo a corto, modificando la historia para volver a ser un largometraje con éxito mundial en Netflix. Aunque esperamos una secuela, o una nueva película de Teo y su equipo, que incluye a Genaro Rodríguez, quien a su vez se encargó de la acción de Awareness, donde repite parte del equipo de Xtremo (su director, Daniel Benmayor y su guinosta, Iván Ledesma, además de repetir parte del reparto) Ambos, Teo y Genaro, siguen preparando proyectos para continuar con la acción y las artes marciales en España. Awareness es una estupenda película de ciencia-ficción y acción que mantiene el género vivo aportando mucha calidad en todos los sentidos. Pronto tendrás mi crítica aquí.
Dragón Blanco (2023) es un cortometraje de Rodrigo Marini y David Santamaría que ahora comienza a moverse por festivales como el Festival Internacional de Cine de Granada que se celebra del 14 al 18 de noviembre. Ya pudimos ver un avance en el pasado TACFEST, y seguramente triunfe en todos los festivales donde vaya. Una historia donde conoceremos a muchos personajes y todo un universo de traiciones, dinero, bajos fondos y artes marciales que tienen a Alberto Jo Lee dándolo todo. Y Alberto es de esos nombres que pueden contribuir enormemente al cine de este género en España. Todo un experto en Taekwondo además de un estupendo actor que hemos podido ver en numerosos registros en cine, televisión y teatro, pero que con sus participaciones en Xtremo, Bouncer o Dragón Blanco, además de otros proyectos, deja claro que tiene elementos suficientes para ser toda una estrella del cine marcial español, como bien demuestra en Dragón Blanco, un corto de acción muy bien rodado que personalmente me ha encantado. Ya volveré en el blog a hablar de este corto como se merece.
Honor (Cruce de Caminos) es otro trabajo del que ya he hablado en este blog aquí que tiene de nuevo a Alberto Jo Lee en su reparto. La idea de Charles Davis y Will Shephard dirigida por Aure Roces y Diego Taboada intenta ser algo más que un teaser (estupendo, todo hay que decirlo) Si todo va bien, tendremos esta serie con varios personajes en un mundo violento con inspiración en el trabajo de gente como Gareth Evans, Timo Tajahjanto, Donnie Yen o Iko Uwais.
No puedo dejar de hablar de Dani
Medina, especialista que ha trabajado en numerosas producciones de países como
Estados Unidos, India e incluso el Tibet, con la fabulosa The Man from Kathmandu,
con el portorriqueño José Manuel, que llevó en dicho film el estilo de
Jackie Chan a un nivel muy alto pero igualmente personal y que tiene proyectos
más que interesantes. Dani ha rodado pequeñas coreografías buscando la
innovación y la calidad, demostrando una visión muy personal y de calidad con
cada grabación. Otro ejemplo es Topicops, de Alejandro Díaz Fernández,
que tras el corto homónimo, nos tren con humor y gran calidad técnica todos los
tópicos del cine policial en su página de Instagram, tras presentar su trabajo
en el TACFEST. Y fue en este festival donde parte del equipo de Topicops
vieron que es viable hacer algo dentro de estos géneros y que seguro que en un futuro próximo engrosan estas
producciones en España.
Y he conocido a más gente, con proyectos e ilusión por ellos más grande que su talento pero que no han llegado a nada. También es cierto que es difícil encontrar productores para este tipo de cine. Pero Teo García lo consiguió, Nacho Serapio es el propio productor de sus proyectos, sacando adelante todo, Carlos Robles sigue perfeccionando su guion (y eso que lo he leído y me parece fabuloso) mientras no deja de trabajar como actor y especialista, Joaquín Ortega sigue incansable trabajando por el bien de la acción de calidad en cine y televisión, o Alberto Hidalgo echa toda la carne en el asador para seguir su sueño, como Boris y el resto de nombres que no dejan sus ideales de lado en favor de rodar lo que sea. Cine de bajo y medio presupuesto, otros con más dinero, pero todos ellos trabajando en favor de este tipo de cine, incansables, luchadores que ruedan bajo viento y marea sin tener una distribuidora ni un contrato de venta de sus producciones.
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