El primer corto que quiero
destacar es Dragón Blanco, de David Santamaría y Rodrigo
Marini. Seguramente te suene, y es que el pasado mes de diciembre, apareció
por aquí
su crítica. Por ello, no voy a incidir demasiado. Tendrás la oportunidad de
verlo en el festival en pantalla grande. Un estupendo trabajo de sus directores
con Rodrigo Poisón, Alberto Jo Lee o Carolina Bona, entre otros. Muy bien
rodado, con buenas coreografías y que te deja con ganas de más.
Tarde de Picnic (2024) dirigido por Elías Chica, es un alocado cortometraje donde esa tarde de picnic del título se convierte en una auténtica batalla campal donde podemos ver de todo en los cuatro minutos que dura. Peleas, caídas, gore, todo con buen humor y que demuestra el buen trabajo de todos los especialistas que han participado aquí, convirtiéndose en un muestrario de su trabajo. Muy divertido. Su sinopsis oficial: Durante una tranquila tarde de picnic, un chico decide dar el paso para declararse a la chica que le gusta. El canto de los pájaros despierta su curiosidad, sin embargo, lo que a priori suena como una hermosa melodía, será el un punto de inflexión entre la paz y una batalla bizarra.
Silencio (2023), dirigido por Hermann Swaiss. Un impaciente sobrino del capo de la mafia, quiere asumir mayores responsabilidades, su tío se las da, y con ello, una valiosa lección. Se trata de un thriller criminal con una factura muy cuidada, buena acción y un giro final interesante, aunque te lo hueles.
Goldilocks (2024) está dirigido por Hermann Swaiss de nuevo. Un canguro le está contando a un niño la historia de Ricitos de Oro (que es lo que significa el título) pero alguien entra con malas intenciones, pero la canguro es más peligrosa de lo que parece. A pesar de tener tiroteos, mantiene el tono de thriller con gotas de humor negro y dosis de violencia cruda. Bastante interesante.
One Minute (2023), de Fran
Berenguer es una peripecia bélica con un comando rescatando a unos compañeros e
intentando huir. Una historia sencilla, bien contada, con bastante acción. Su
director ha sabido condensar todo en los menos de cinco minutos que dura.
Night Show (2023), está
dirigido por Cristina Mediero. Una actriz acude a un programa de televisión a
promocionar su nueva película, pero el presentador no deja de incomodar a la
actriz durante la entrevista… Y no cuento más, pero estamos ante un corto que
comienza con escenas de la película ficticia de la actriz, que la verdad, están
bastante bien y te dejan con ganas de ver esa película. Pero después pasamos al
verdadero argumento del corto, con mensaje muy acorde a los tiempos que
corremos. Me ha sorprendido gratamente aunque sólo tengamos acción en el
mencionado principio.
El Cristo de la Calavera
(2023), de Chus Lara, adapta un relato de Gustavo Adolfo Bécquer y tenemos a
dos guerreros medievales peleando con espadas. Buenas coreografías, diría que
realistas, con una trama sobrenatural de fondo. Sencilla pero Chus sabe usar
los 14 minutos que dura para contar todo.
Turno de noche – El Lugar equivocado (2023). Juanjo Avi nos presenta una historia de terror que me ha recordado al famoso enfrentamiento entre Freddy Krueger y Jason Voorhes de Freddy contra Jason (2003) Una chica es perseguida por el bosque, de noche, por un psicópata enmascarado, y llegará a un desguace. Pero lejos de estar a salvo, verá que su dueño es igual o peor que el enmascarado, provocando así una lucha de titanes. Sangre, algo de humor negro y violencia en 20 minutos. De nuevo tengo que destacar su factura técnica.









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